El emprendimiento y la innovación tecnológica se han fusionado en un proyecto transformador que ha logrado revolucionar la industria del reciclaje en Colombia.
Por: Carlos Humberto Cantor
Conversamos con el magíster Carlos Julián Gallego, un defensor de la causa, quien compartió su experiencia en los cinco años de la Alianza EFI y que ha dejado importantes aprendizajes en el sector del reciclaje y la sostenibilidad.
El enfoque en el reciclaje y la tecnología
El reciclaje ha sido un pilar esencial en la búsqueda de soluciones sostenibles para los desafíos ambientales. Carlos Julián Gallego, representante de la Universidad Autónoma Latinoamericana, se unió al proyecto como experto en tecnología para aportar al desarrollo de soluciones tecnológicas dirigidas a los recicladores, quienes son una parte fundamental de la cadena de valor de las economías circulares y el aprovechamiento de recursos y materias primas.
“Identificamos las particularidades de la gestión de residuos y las necesidades de los recicladores. La tecnología fue el enfoque, pero no como una barrera, sino como una herramienta que pudiera ayudar a resolver los desafíos que enfrentan los recicladores“, explicó Gallego.
Desafíos de la industria del reciclaje
La industria del reciclaje no solo se trata de recuperar materiales, sino también de impulsar el cambio cultural y económico. “Para dar soluciones, no podemos olvidar el contexto”, señaló Gallego. En Colombia, se recuperaba solo entre el 4% y el 6% del material reciclable, lo que representa un desperdicio de materia prima valiosa. La innovación tecnológica se convirtió en una oportunidad para transformar esta realidad y ofrecer a los recicladores herramientas que les permitieran aumentar su eficiencia y generar más valor a partir de su labor.
Innovación centrada en los recicladores
El proyecto no solo se enfocó en desarrollar tecnología, sino en entender las dinámicas de los recicladores. Gallego relató cómo trabajaron junto a los recicladores para identificar sus necesidades específicas y diseñar soluciones que realmente fueran relevantes para ellos. “Nos enseñaron cómo darles soluciones”, afirmó.
Uno de los desafíos clave fue la resistencia al cambio tecnológico. Los recicladores se enfrentaron a desafíos como la falta de recursos para adoptar nuevas tecnologías y la preocupación de ser desplazados por ellas. El equipo trabajó en prototipos y soluciones que abordaran estas preocupaciones y demostraran el valor real de la tecnología en su trabajo diario.
El camino hacia la economía circular
La innovación tecnológica en la industria del reciclaje no solo impacta en la eficiencia operativa, sino también en la visión que la sociedad tiene de los recicladores. “Es parte de su cultura”, señaló Gallego, refiriéndose al estigma que rodea a los recicladores. Sin embargo, la tecnología también les ofrece la oportunidad de empoderarse y elevar su posición en la cadena de valor.
“El reciclador es fundamental en países como el nuestro, donde no somos un país manufacturero por excelencia”, destacó. La economía circular, en la que los recicladores desempeñan un papel crucial, es una forma de dar valor agregado a los materiales recuperados y reducir la extracción de recursos naturales.
Un futuro prometedor
Carlos Julián Gallego mira hacia el futuro con optimismo y una visión de una industria del reciclaje más avanzada tecnológicamente y reconocida en su justa medida. La colaboración con los recicladores y la aplicación de soluciones innovadoras han sentado las bases para un cambio real en la forma en que abordamos el reciclaje y la gestión de residuos en Colombia.
Este proyecto, que combinó la tecnología con la colaboración y la empatía, demuestra cómo la innovación puede impulsar la sostenibilidad y la transformación social. Los recicladores, una vez marginados, se convierten en protagonistas de un cambio que trasciende la recuperación de materiales y se adentra en la construcción de un futuro más sostenible y equitativo.