El 2020 ha sido un año difícil para las economías de todo el mundo, la crisis sanitaria por COVID-19 ha obligado a los gobiernos a tomar medidas encaminadas al aislamiento social con el propósito de evitar el contagio y el colapso de los sistemas sanitarios. Los principales efectos en la economía colombiana en esta coyuntura han sido la contracción de la demanda interna, el aumento del desempleo, y la disminución en los ingresos de los hogares y de las empresas. Además, la mayoría de los establecimientos han tenido que cerrar a menos que, estén dentro de las excepciones del decreto nacional, los establecimientos de barrio, por ejemplo, se han visto obligados a cerrar sus negocios y/o a modificar las relaciones con sus clientes. En este informe vamos a documentar cómo estos negocios están adaptándose y reinventándose para afrontar la situación.

En el marco del Estudio Nacional de Emprendimiento a Tenderos (ENET), estamos contactado a una muestra de microestablecimientos comerciales y de servicios. Estos son pequeños negocios ubicados en barrios cercanos a las instalaciones de la Corporación Universitaria Minuto de Dios en diez ciudades del país. Ello incluye a tiendas de barrio, cigarrerías, papelerías, comidas rápidas, restaurantes, droguerías, entre otros negocios. Por ahora, la información presentada hace referencia a la ciudad de Bogotá. De 91 locales, logramos contactarnos con 46 locales en los meses de marzo y Abril (50%). Aquellas tiendas que proveen de víveres y bienes de primera necesidad resultan ser los Análisis de las dinámicas comerciales de establecimientos de barrio durante el aislamiento obligatorio menos afectados. Estos establecimientos en condiciones normales venden al menos una tercera parte del consumo masivo. Los negocios de barrio están muy arraigados en la cultura popular, en primer lugar, por el grado de confianza que se desarrolla entre el tendero y el cliente, usualmente el tendero o comerciante conoce el nombre de sus clientes, y fían, por otro lado, venden productos esenciales en cantidades mínimas. Estos establecimientos se caracterizan por recibir en su mayoría efectivo como medio de pago (88, 2%), tarjetas de crédito y débito (23,5%), uso de plataformas como daviplata, nequi, etc. (17,6%) y fían (5,2%). El 43.5% de los comerciantes contactados ha podido ofrecer sus servicios. Esto es, el 16% de todos los locales que tratamos de contactar, todos ellos participantes del estudio. Es el 18% de las tiendas contactadas, el 16% de los restaurantes, el 22% de los establecimientos asociados al sector salud. De algunos otros, como los salones de belleza o los establecimientos nocturnos, no fue posible contactar a alguno de ellos. Esta información corresponde a la época de cuarentena total, y por ello las bajas tasas de contactos. De aquí en adelante nos referiremos sólo a aquellos negocios que fueron contactados. El 56% de los establecimientos contactados no han podido ofrecer sus servicios, el 45.5% afirma que se debe a que no hay suficientes clientes, otras razones son:

El 43,4 de los contactados, que sí han podido ofrecer sus servicios, han establecido algunas estrategias para poder continuar prestando sus servicios a la comunidad. La estrategia más común ha sido hacer domicilios, el 47,1%, seguido de abrir los negocios algunas horas o días (29,4%). Menos común es responder pedidos por teléfono y redes sociales, y abrir restringiendo el número de clientes (17,6 en cada uno de los casos). Respecto a los productos o servicios que más se han vendido, es decir, los que han representado ingresos para los pequeños comerciantes durante el aislamiento, corresponden a: alimentos, productos de aseo y los servicios a domicilio de mantenimiento y reparación de electrodomésticos, así como la asistencia en arreglos locativos y pintura.

MEDIDAS IMPLEMENTADAS

El ministerio de salud, al principio de la declaración de emergencia sanitaria por COVID-19, ha dado a conocer las medidas que se deben tomar para evitar el contagio; el distanciamiento social, la limpieza frecuente de superficies y el lavado de manos han sido las más importantes, a pesar de la controversia sobre la idoneidad del uso del tapabocas, el 88,2% de los tenderos consultados, que además han podido prestar sus servicios a la comunidad usan tapabocas, el 70% usa guantes, el 52% se distancia de su cliente al menos en un metro, 47% realizan aseo del local a diario usando alguno de los siguientes elementos (hipoclorito de sodio, agua con alcohol, desinfectante “por ejemplo Fabuloso” para el piso).

Autores:

  • Andrea Quintero
  • Ivan Dario Medina Rojas
  • Paul Andrés Rodríguez Lesmes

Palabras clave:

  • COVID-19
  • Dinámicas comerciales
  • Estudio Nacional
  • Microestablecimientos

Categorías:

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